
Los bancos nos daban dulces, aún sabiendo que llegaría el día que no podríamos pagar no ya los dulces, sino ni tan siquiera la masa.Ahora pagamos los excesos, no los nuestros, sino los de los que nos llevaron a cometerlos. Los gobiernos de todo el mundo, y hayan sido del color que hayan sido, han colaborado con los bancos y las grandes empresas a que esto sucediera, siendo con ello partícipes y conocedores absolutos y con antelación de lo que iba a suceder.

Si nos fijamos bien, en todo el mundo está sucediendo lo mismo, las masas deben de estar controladas por los ricos, para que ellos lo puedan seguir siendo más sin que peligren sus grandes fortunas. Para conseguir eso hay que tener al pueblo poco menos que mendigando por un mendrugo de pan y sometidos por leyes e impuestos abusivos, no volvemos a tiempos de Franco, ni a finales del siglo XIX, nos quieren hacer volver a la edad media y al sistema feudal.


Al fin y al cabo, no tenemos un jefe de estado, puesto que el rey, demostrado está, que es una figura de adorno de alto coste. Nunca creeré en la monarquía, porque es algo impuesto, no elegido por el pueblo, pero si el rey hiciese una demostración de valentía y saber estar y ejercer de lo que nunca ha hecho, de verdadero jefe del estado, y disolviese las cortes para evitar esta dictadura, convocando elecciones y haciendo llevar ante los tribunales a todos los responsables de esta situación, quizá en ese supuesto se ganaría el reconocimiento como figura de la democracia en España. Como lo que nos quisieron hacer ver tras el golpe de Estado. En aquella ocasión y a mi torpe forma de ver las cosas, entonces tenía 14 años, el monarca estuvo viéndolas venir y actuó en la forma que más le convino a él, no a la ciudadanía, porque cuando actuó, ni los golpistas confiaban ya en que aquello saliese adelante.
En fin espero que de alguna manera pacífica se pueda acabar con este golpe de estado que nos están dando amparados en unas elecciones. Que los dioses se apiaden de nosotros y nos hagan ver la luz para acabar con esto.
JJ Guerra.
Esto no tiene desperdicio, José, el pueblo, osea, nosotros, somos el punto de reflexión, ¿tenemos lo que nos hemos buscado? ¿supimos elegir a los políticos que nos debieran de gobernar? ¿Por qué, la inmensa mayoría de votantes del partido socialista se quedó en casa o se fue a la playa?
ResponderEliminarNadie confió en Zapatero y fue el único que vio lo que iba a pasar... pero ya es tarde para echarse atrás, dejamos que ganaran los "malos" para deshacernos de los "mediocres" pues bien... Ya están en el poder... ¿quién será capaz de echarlos ahora? ¿El rey? ¿y qué pinta el Rey en esto? ¡Solo el pueblo que lo votó podrá poner remedio, saliendo a la calle todos de la mano y a poder ser, apoyar a algún grupo minoritario, que sepa a qué se expone si también lo hace mal.