RETALES DE UNA VIDA (A mi madre)
Recuerdo en ella
a una mujer guapa, morena,
tirando a enclenque en su juventud,
que de su flaqueza
sacaba las fuerzas.
Su infancia acabó
muy pronto, tan pronto
como justo después
de su nacimiento.
Las monjas del orfanato
le proporcionaron el poco calor
que recibió hasta su adolescencia.
Adolescencia que se encargó
de apagar, como bruja mala
aquella madre que la adoptó,
no como hija, sino como esclava.
Su felicidad duró poco,
muy poco, y aun sin poder
entender los designios de la vida
sigue derrochando amor.
Fuente inagotable de calor,
de lucha, de valor,
derrama su caudal de cariño
hacia sus nietos y sus hijos.
Hoy, Amparo, con estas pocas palabras
quiero decirte lo que tú ya sabías,
lo que no te digo en el día a día,
que te admiro, que necesito
tu presencia, tu sabiduría.
Quiero, necesito decirte
que te quiero madre mía.
JJ Guerra. 1 de marzo de 2013.
JARDÍN PROHIBIDO
Flores apesadumbradas
por el unísono canto
de la canción de la desesperanza.
Jardines abatidos,
regados por la añoranza
de un florecer digno.
Malas hierbas
germinadas por doquier,
la fumigación no les afecta.
Inmunes a la catástrofe
los jardineros pelean entre sí
y culpan a las margaritas,
rosales, claveles y geranios
de haber ocupado la tierra,
de vivir más allá de sus posibles.
Mientras tanto, el jardín
se va convirtiendo
en un oscuro bosque
de ramajes impenetrables
donde la luz ya no llega
a donde el sol ni se asoma.
La lluvia caída
no penetra en la tierra
y es conducida
hasta el mar del desencanto.
Los guardabosques impasibles,
tampoco quieren hacer nada,
tienen también que callar,
fueron cómplices y beneficiarios
junto a los jardineros
de que el presupuesto
para abono y herbicida
acabase en el jardín del vecino,
en el jardín prohibido
para el común de los mortales.
JJ Guerra. 4 de marzo de 2013.
MANANTIAL
Podría ensalzar tu belleza
en versos llenos de palabras,
de metáforas imposibles,
de comparaciones impronunciables.
Podría enaltecer tu corazón,
escribir cuatro estrofas,
ponerle música
y componer una canción.
Pero te miro a los ojos
y me empequeñezco
ante la mirada de tu alma plena,
llena, rebosante de amor.
Las palabras no efluyen,
es imposible describir
el manantial de sentimientos
emanados de tu interior.
JJ Guerra. 9 de marzo de 2013.
RESERVADOS LOS DERECHOS DE AUTOR.
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