¿Ignorancia colectiva o lavado masivo de cerebros? (JJ Guerra)

La verdad es que no sé por dónde abarcar el tema. Tengo una gran desazón después de las últimas elecciones. Me pregunto qué es lo que pasa en esta querida España nuestra. Supongo que la historia no se aborda bien desde nuestras escuelas o que quienes deberíamos de inculcársela a nuestros hijos no lo sabemos hacer, porque si es que hemos olvidado, mal vamos. Las personas de cuarenta y tantos como yo, no hemos podido olvidar con tanta facilidad la forma en la que nos hemos criado. Tampoco debemos olvidar a las personas que han luchado incluso dando su propia vida, para que el estado de bienestar en el que tan poco hemos durado, al menos hayamos llegado a conocerlo. Es imposible, no me lo puedo creer, tampoco doy crédito a que en España haya tanta ignorancia. ¿Es entonces que masivamente se nos ha lavado el cerebro, para que hagamos y pensemos como ellos quieran? Con ellos me refiero a los órganos de poder.
En verdad me siento profundamente decepcionado con muchos, con todos aquellos que siendo trabajadores y que día a día ven pisoteados sus derechos, aquellos que se ha tardado muchas décadas en llegar a conquistar, hayan dado su apoyo a quienes más los pisotean, en algún sitio he leído el ratón que le vota al gato. 
El resultado electoral era previsible, puesto que la política que ha llevado a cabo el partido en el gobierno, no ha sido precisamente progresista, ni enriquecedora en ningún aspecto, era previsible que hubiese una abstención masiva del tradicional electorado de izquierdas, que al contrario del de derechas y que sólo tienen una opción a la que acogerse, siempre son fieles a sus principios, se presente quien se presente, por muy incompetente que pueda parecer, o que haya demostrado serlo, por muy corrupto que se haya podido demostrar, como es el caso de la comunidad valenciana.

Por estos motivos, me es igual de complicado poder entender a aquellos que sus trabajos penden de un hilo, que claramente están siendo explotados, o que han vivido directamente las injusticias a las que se han visto sometidos sus padres, abuelos, etc... No sean capaces de discernir quién dentro de lo que cabe es capaz de medianamente representar sus intereses y le hayan dado su voto de confianza al lobo, siendo corderos. Pero me es igual de difícil digerir que personas que se definen como progresistas, con ideologías de izquierdas, se hayan quedado en casa a la hora de votar y que esa haya sido su forma de mostrar su descontento, dando así la batalla por perdida antes de comenzarla. Desde luego para mí ese progresismo no es tal y más bien me parecen conformistas, que a sabiendas de la debacle que se nos venía encima, del nubarrón que anunciaba la tormenta, han decidido salir a la calle sin paraguas y han preferido aguantar el chaparrón que se avecina.
En fin, por mucho que pueda lamentarme, lo hecho, hecho está y me lleva a la conclusión de que más de cuarenta años después seguimos siendo una manada de ignorantes que no nos preocupa ni el hecho de saber si mañana podremos volver a comer, nos conformamos con haber comido hoy.